martes, 23 de noviembre de 2010

Internacionales

Nueva Zelanda


Se reduce la esperanza de hallar supervivientes


La policía neocelandesa advirtió el martes que las posibilidades de encontrar vivos a 29 mineros desaparecidos "se oscurecían", más de cuatro días después de una explosión de gas grisú en una mina aún inaccesible para los socorristas, al sur del país. "La situación es sombría y se oscurece cada vez más", declaró el martes a la prensa el jefe de la policía del país, Howard Broad. El primer ministro John Key trató de consolar a las familias, que expresan cada vez más su cólera y su frustración debido a la imposibilidad para los equipos de socorro de entrar al socavón, impregnado de gases tóxicos. Ante el Parlamento, el Primer Ministro declaró "compartir la impaciencia" de las familias de los mineros, al tiempo de destacar que la situación era "grave". "Compartimos su frustración. Estamos impacientes de ver llegar al equipo de socorro enviado a la mina pero nos damos cuenta también que los gases tóxicos y explosivos pueden provocar otras víctimas", declaró. "La situación sigue siendo grave", agregó. Desde la explosión de grisú el viernes en la tarde en la mina de carbón de Pike River, en la costa oeste de la Isla de Sur de Nueva Zelanda, ningún contacto ha podido establecerse con los mineros atrapados. El martes, los socorristas mostraron a las familias y a la prensa las imágenes registradas por las cámaras de vigilancia, las que revelan una explosión larga y muy violenta. Según Laurie Drew, cuyo hijo Zen está entre los desaparecidos, la paciencia de las familias va disminuyendo. "La pena, la frustración y probablemente la cólera comenzarán realmente a salir si se sigue teniendo el mismo tipo de información que hasta ahora", declaró a Radio New Zealand. Los socorristas aún no han podido entrar a la mina debido a la presencia de gases. El problema no es tanto lo tóxico de éstos sino lo explosivo, indicó a la prensa Trevor Watts, responsable de los socorros. En la mañana, la policía había indicado que un robot militar teleguiado enviado al túnel de la mina se había estropeado después de haber recorrido 550 metros, a unos 2 kilómetros del lugar donde se encontrarían los mineros. Otra mala noticia fue el hecho que un túnel de 15 centímetros de diámetro, cavado paralelamente al socavón de la mina para llegar al lugar donde se encuentran los mineros, topó contra una roca muy dura. La perforación, que debía terminar el lunes en la noche, se retrasó y sólo acabará el martes en la noche. Una vez terminado el túnel, servirá para hacer pasar una mini-cámara. Si los mineros consiguieron llegar a uno de los refugios de la mina, disponen de agua y de aire comprimido. Pero el único alimento con que cuentan es el almuerzo que llevaron para su jornada de trabajo. Los desaparecidos, de edades entre 17 y 62 años, son 24 neocelandeses, dos australianos, dos británicos y un sudafricano.

No hay comentarios: