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El terror no cede en Irak

Dos suicidas con bombas causaron la muerte de al menos 24 personas y dejaron más de 100 heridos en el centro árabe suní de Irak, mientras una bomba al costado de una ruta provocó la muerte de siete peregrinos en un importante festival religioso shií iraquí. El canal estatal Al Iraqiya reportó inicialmente que Mohammed había muerto en los ataques cerca de los cuarteles centrales del Gobierno provincial en Ramadi, capital de Al Anbar. La policía en Ramadi dijo que los ataques ocurrieron en rápida sucesión en el centro de la ciudad, a 100 kilómetros al oeste de Bagdad. Muchos de los heridos eran de las fuerzas de seguridad iraquíes. El coronel de la policía, Jabbar Ajaj, dijo que la primera explosión, en la que un atacante suicida hizo detonar explosivos en un vehículo, fue seguida por un segundo ataque suicida, en este caso a cargo de un sujeto a pie. La primera explosión ocurrió cerca del convoy del gobernador, cuando éste se dirigía a trabajar. Mohammed salió de sus oficinas para inspeccionar lo ocurrido y en ese momento se produjo el segundo atentado. Uno de los atacantes era un hombre que trabajaba como guardia de seguridad para el gobernador, reportó Al Iraqiya. Otra bomba separada al costado de la ruta causó la muerte de siete peregrinos que regresaban de un importante festival religioso musulmán shií. Al menos otros 25 peregrinos resultaron heridos por el ataque en Jalis, a 80 kilómetros de Bagdad.