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Dictan perpetua al ex dictador Videla

El ex dictador argentino Jorge Rafael Videla fue condenado ayer a cadena perpetua por delitos contra la humanidad cometidos contra 63 víctimas que fueron secuestradas, torturadas y, en la mayoría de los casos, asesinadas.El fallo puso fin al primer juicio que enfrenta el represor y máximo símbolo del terrorismo de Estado que se ejerció en es país durante el gobierno militar, desde que fuera beneficiado en 1989 con un indulto por el entonces presidente Carlos Menem. Junto con Videla fueron condenados a penas de cadena perpetua y 25 años de prisión Luciano Benjamín Menéndez, ex comandante del Tercer Cuerpo del Ejército, y otros 28 represores.El pasado 2 de julio, Videla se sentó nuevamente en el banquillo de los acusados por delitos cometidos en la provincia de Córdoba, a 710 kilómetros de Buenos Aires, pero ante los jueces siempre defendió su “guerra contra la subversión”. De acuerdo con el expediente, Videla fue responsable de “torturas, vejaciones sexuales, sufrimientos psíquicos, simulacros de fusilamientos” y ejecuciones que fueron presentadas como intentos de fuga. Ayer el gobierno, víctimas de la represión y dirigentes de organismos de derechos humanos festejaron la histórica sentencia por considerar que simboliza el fin de la impunidad por los crímenes de la dictadura. En la sala del tribunal, decenas de víctimas de la represión, familiares de desaparecidos y miembros de organizaciones de Derechos Humanos, estallaron en gritos de “¡asesinos, asesinos!” tras conocer el veredicto. “Hoy es un día glorioso, histórico. No creíamos que íbamos a poder llegar a ver a estos represores que eran los amos de la vida y de la muerte sentados en el banquillo de los acusados recibiendo lo que se merecen, justicia legal, jamás por mano propia, cárcel común y perpetua”, reconoció la titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida. También el gobierno celebró una sentencia “ejemplar”, en palabras del ministro de Justicia, Julio Alak, quien subrayó que” en la Argentina de hoy no hay otro lugar que la cárcel para los genocidas”.