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Sudáfrica: Crece la tensión racial

El partido de extrema derecha sudafricano AWB desechó una represalia por el asesinato del dirigente Eugene Terreblanche, perpetrado el sábado a machetazos por dos supuestos trabajadores negros, en el peor episodio de violencia racista desde el fin del apartheid. Por su parte, el Gobierno intentó despejar temores sobre la seguridad con vistas al Mundial de fútbol que comienza en junio. "El crimen quedará esclarecido y no habrá problemas mayores", dijo un funcionario. Entre tanto, un vocero del Afrikaner Werstandsbeweging (Movimiento de Resistencia Afrikaner, AWB), instó a mantener la calma. "Cualquiera que esté dando lugar a actos de violencia no lo está haciendo en cuanto miembro de la AWB", dijo Pieter Steyn. El gobierno intenta demostrar que el crimen se produjo en el marco de una disputa netamente salarial y que no se trató de un ataque racista. "Nuestro plan de seguridad está funcionando. No habrá persona en Sudáfrica que cometa un crimen y quede libre, sin sentir el peso de la ley", afirmó el ministro de seguridad, Nathi Mthetwa. La madre de uno de los jóvenes arrestados bajo sospecha de asesinato, reveló que su hijo, un joven de 15 años, le había confesado que él y otro hombre de 28 años habían matado a golpes con una varilla de hierro a Terreblanche porque desde hace varios meses no les pagaba. Sudáfrica espera unos 450.000 turistas para el mundial que se jugará del 11 de junio al 11 de julio en nueve ciudades y con 32 selecciones.