Las primeras muestras de suelo marciano analizadas en el laboratorio interior del rover revelan la composición del Planeta rojo. Los resultados tienen importantes implicaciones para futuros exploradores humanos
Poco ha tenido que rascar el Curiosity para encontrar agua en Marte.
La primera muestra de terreno marciano que el rover de la NASA ha
analizado en el sofisticado laboratorio que porta en su interior
demuestra que el suelo por el que rueda contiene un porcentaje de agua
considerable. Está ahí mismo, en la superficie, y no hace falta
profundizar más para dar con ella, lo que podría ser muy útil para futuros exploradores humanos. El hallazgo aparece descrito en uno de los tres informes que se publican esta semana en la revista Science y que describen con todo detalle las muestras tomadas durante
cien días por los instrumentos de alta tecnología del vehículo
explorador. Es la información más completa jamás obtenida de la
superficie marciana.
El Curiosity aterrizó el 6 de agosto de 2012 en el cráter
Gale, con un doble objetivo, describir la diversidad geológica marciana
y, quizás su faceta más popular y hasta ahora algo decepcionante, ayudar
a entender si el planeta pudo haber albergado vida alguna vez (o quizás
ahora). Para ello, lleva a bordo un equipo que recolecta y procesa
muestras de roca y suelo. El rover recogió polvo y finos granos de un
parche de arena conocido como Rocknest. Esas porciones pasaron al
Análisis de Muestras en Marte (SAM), un instrumento que calienta las
muestras a 835ºC en ausencia de oxígeno, una técnica conocida como
pirólisis, para conocer qué gases liberan. El resultado fue una cantidad
significativa de dióxido de carbono, oxígeno y compuestos de azufre.
El análisis, al que han contribuido 34 investigadores,
todos miembros del equipo científico de la misión, descubrió también un
alto porcentaje de agua en el suelo. «Cerca del 2% de la tierra sobre la
superficie de Marte se compone de agua, lo cual es un gran recurso y
científicamente interesante», afirma Laurie Leshin, del Instituto Decano
de Ciencias Rensselaer Polytechnic.
Sin restos de vida
Los científicos creen que este hallazgo no es una
excepción, sino que los mismos compuestos pueden estar por todo el
planeta. «Marte tiene una especie de capa global, mezclada y distribuida
por frecuentes tormentas de polvo» explica Leshin. «Al aprender acerca
de ella en un solo lugar, aprendemos sobre el planeta entero». Además,
estos resultados tienen implicaciones para los futuros exploradores espaciales. «Ahora
sabemos que debería haber agua abundante y fácilmente disponible en
Marte», apunta. «Cuando enviemos personas allí, podrían recoger suelo de
cualquier parte, calentarlo un poco y obtener agua».
Eso sí, nada de restos de vida. Aunque algunos compuestos
orgánicos simples aparecieron en el experimento, los científicos creen
que son una contaminación del rover. «No parece que la materia orgánica
pueda conservarse en la superficie, expuesta a la dura radiación y a la
oxidación», reconoce la investigadora. A su juicio, para eso hay que
perforar las rocas, buscando lugares donde su preservación pueda ser más
favorable.
«Estos datos nos permiten avanzar enormemente en nuestra
comprensión de los procesos del agua en Marte», dice Paul Mahaffy,
investigador principal de SAM en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard
de la NASA en Maryland. Leshin continua en la misma línea: «Esto es solo
el comienzo de la historia, pero lo que hemos aprendido es sustancial».
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